18 Apr 2019
El jet lag es un desajuste temporal de sueño que se produce a causa de haber realizado un viaje en avión a un destino lejano con diferencia horaria.
Esto ocurre porque nuestro cuerpo se acostumbra a unos horarios. Estas rutinas se llaman ritmos circadianos, que se desequilibran cuando volamos a un destino lejano y avanzamos por zonas horarias. El cambio es tan rápido, que no da tiempo al ritmo biológico del cuerpo a que se adapte.
El reloj corporal estaría todavía sincronizado con el horario original en el lugar del horario del destino al que se viaja.
Los síntomas más típicos del jet lag son:
- Sensación de resaca
- Cansancio general
- Dificultad para dormir de noche y somnolencia de día
- Problemas digestivos como vómitos
- Confusión mental o dificultad a la hora de tomar decisiones
- irritabilidad
- Apatía
La duración e intensidad de los efectos pueden variar según nuestra edad, estado de salud o niveles de estrés.
Pero sobre todo, dependerá de la cantidad de zonas horarias que se cruzaron y de la dirección en que se viajó. Por lo general, el cuerpo necesitaría un día para adaptarse al nuevo horario con cada hora que cambia, pero si viajamos hacia el oeste, el día se hace más largo, el cuerpo gana horas y será más fácil adaptarnos que cuando viajamos hacia el este, que supone viajar en el sentido contrario del reloj corporal y disponemos de menos horas para acostumbrarnos al nuevo horario.
Por ejemplo, si viajamos desde España a Nueva York o México, nos costará menos adaptarnos al nuevo horario que si viajamos a un destino asiático. Es como si nos acostásemos unas horas más tarde de lo normal. En uno o dos días, estaremos habituados al nuevo horario. No ocurre lo mismo si viajamos a Vietnam o cualquier destino asiático, es como si nos hiciesen levantarnos cuando nos toca irnos a dormir. El jet lag puede llegar a durar de uno a seis o siete días.
El jet lag es de las cosas que peor llevo en los viajes, y a lo largo de estos últimos años, he ido poniendo en práctica algunos tips que me han servido de ayuda para aminorar sus efectos. Los aprendí tras sufrir innumerables jets lag, pero sobre todo, tras viajar a Australia, que tuve el peor jet lag que haya tenido nunca. Hice todo lo contrario a lo que aquí recomiendo:
Antes del vuelo
1.- Adaptarse poco a poco al horario del destino
Si vas a viajar al oeste, puedes intentar acostarte una hora más tarde cada día y levantarte más tarde, cambiando poco a poco el horario. Con tres días o cuatro días será suficiente.
Si vas a viajar al este, empieza por lo menos con una semana de antelación a ir, cambiando poco a poco el horario, acostándose antes y levantándose antes.
2.- Descansar y comer bien
Los días previos intenta descansar bien, no beber alcohol y alimentarte con frutas y verduras que tengan mucho líquido, para ir bien hidratado.
3.- Dividir el viaje
Si vas a viajar a un destino del oeste lejano (por ejemplo, si vas desde España a Nueva Zelanda, Australia, Filipinas, etc) y tienes tiempo suficiente, aprovecha para hacer una parada de un par de días en Dubai y conocer el país, o en cualquier otro destino que este a medias. Te costará menos adaptarte.
Durante el vuelo
4.- No tomar bebidas con cafeína o alcohol
Y beber mucho líquido para no evitar la sequedad del ambiente dentro del avión. La resaca aumenta el jet lag.
5.- Hacer el horario de comida y sueño del destino
Cambia tu reloj en cuanto te subas al avión para hacer el horario del destino, si allí es de noche, duerme, si es de día, intenta no dormir.
Si viajas al oeste, intenta mantenerte despierto para dormir al llegar al destino.